viernes, 25 de agosto de 2017

María Tabares - Colombia

Foto: Fabricio Estrada

La guadaña alza la voz, grita
eufórica mientras trabaja.
Vuelan por los aires miles de hormigas
invisibles gusanos, insectos.
El pasto se estremece y
uno a otro se alertan sobre la matanza.
Es un holocausto
el que causan las manos del hombre
cuando quiere hacer de la tierra
un jardín.





Inspiración


La poesía no irá
ni más lejos ni más hondo
que yo misma.

Atrapada
dentro de esta jaula
al diario mirar que son mis ojos
al diario pensar que ocupa
todas las horas de mis días

atrapada
a estos dedos solo superficie
sin vislumbrar el fondo
ni al pez ciego
luminoso entre lo oscuro.

Pobre poesía mía
pobre
sobreviviente parásita
asida a mis costillas
sin poder plantarse
tierra adentro
colgarse del sol
o del ala de un pájaro.

Amarrada en esta piel
a esta carne
a estos huesos.



¿A dónde van los pájaros muertos?

¿A dónde, los que no mueren por el atropello de un coche
o en el campo por la bala de un niño o de un hombre? 

¿A dónde van cuando fallecen de enfermos o de viejos?

¿Por qué no caen como frutos de los árboles?
¿Como piedras?

¿Por qué no se ven sus cadáveres por los suelos de los bosques,
las calles, las aceras, el césped de todos los jardines?

Quién los entierra, antes que puedan los niños  
y los poetas verlos deshacerse a la intemperie,
callados, quietos.




Homicidio


¡Viva la cacería!, grita el tirano.

La sangre de una joven dibuja
un corazón sobre las piedras
rota la cabeza como un cuenco de barro.

A pesar de la quietud
la falda arrastra todavía la reciente carrera
el caudal entre las venas
la libertad blanca de los muslos
contra el viento.
En su mano izquierda guarda
una manzana invisible.

 ¡Han de caer para siempre los incómodos!, ordena.
¡Tanto sueño estúpido!
¡Que se atrevan a sentirse protegidos creyendo que,
por ser muchos, no nos temblará la mano!.

La sangre de una joven dibuja
un corazón sobre las piedras…

La dulzura, inerte, se pudre como una flor.
¿Cuál habrá sido su pecado?

Horrorizados los vientos se arrodillan,
los pájaros, las ventanas, las puertas,
los ratones.
Las moscas por su propia voluntad
se hacen unas solas con los vidrios
las sopas, las aguas estancadas.

Nadie puede ni quiere el movimiento.
Moverse es pecar tres veces,
cometer un sacrilegio.
Hombres, mujeres y niños se tapan la boca
con las manos, permanecen a oscuras
guarecidos en sus casas.
Las nubes atónitas atraviesan con sus ojos
la debacle
sin llorar.

¡Réquiem! ¡Réquiem!

La sangre de una joven dibuja
un corazón sobre las piedras…

Por milésimas de segundo
el mundo abandonado de sí mismo
es un cuadro al óleo, una pintura:
la sangre seca por el suelo
junto al rostro
dibuja un corazón.

Reinicia su indiferencia
el segundero del tiempo.

Comienza otra vez el olvido.


Al filo del bisturí

Siempre
cada tantos días
luego de tu espalda o de la mía
a la velocidad del rayo
por el aire se desliza
dibujándose una herida.

Delgadísimo corte inflige el bisturí
en el último segundo:
Es una mano torpe
—no la tuya—
la que raya la piel de agua
hasta que llora
desviada del camino de los ojos

y se desliza
hacia la punta de los dedos
y es poema
y agua derramada.




El amanecer
atravesó las sombras
silencioso
se coló por las ventanas
derramó amarillo en las alcobas
despertó a  los niños
durmió  a los insomnes
y alivió a los enfermos
matándoles la noche.



Y si no llegase la luz
y el pescado
sobre el mesón se pudriera
sin cocerse
y la calamidad se viniera
montaña abajo
hasta asentarse en nuestra
esquina protegida del alma

si se hiciera de noche
aún siendo día
jamás nunca amaneciera
y el mundo
las plantas
tu rostro
se volvieran gris
y gris
y humo

y yo despareciera
entre la niebla…



La luz y la sombra constituyen la casa.
Sin ellas no sería lo que es:
boca abierta de un lobo,
cuenca de un ojo con mirada impasible.
La luz hace combustión,
cuece la risa, los alimentos
y la sombra esconde en los armarios                                          
vestidos que como pañuelos llevan siglos
secando lágrimas, miedos.
Ambas, luz y sombra, combaten por la vida.
En mitad de la lucha caen en sus brazos
los niños que dan su primer grito
y devorados, padres, tíos, abuelos, 
perros, gatos, pájaros diversos.
La casa, jamás quieta, cruje, se estremece, 
con sus paredes como velas
atraviesa el tiempo.
Nosotros dentro de ella somos simple polvo
que algún viento sopla cada tanto
y desaparece.


Porción de realidad


En el lienzo de la noche
el canto del gallo hace una grieta
por donde atraviesa la mañana.

El perro negro sale de su ensueño
orina contra el árbol y ladra
haciendo coro en la distancia.

Un pájaro, inmóvil,
regresa volando de su luna
abre el pico y se transforma en piano.

El cielo despliega sobre la tierra su cuerpo de mujer ilímite
donde navegan los aviones las aguas
los gigantes movilean sus espejos verdes contra el viento
en sus brazos y los frutos,
se arraciman como ciudades atestadas de soles.

A mis pies, fulminado contra el suelo,
un pequeño cuerpo tejido en plumas yace inerte
sin poder respirar más la tierra.

Nadie se inmuta. Sólo el poeta.
Cada día que amanece es el primero,
nada recuerda que hubo ayer, piensa.



Hacia adentro
adentro
en vertical descenso
he pretendido sobrevolar el abismo
ver desde su subterráneo cielo
la tierra y a mí misma.

Lluvia roja he visto caer de mis heridas.

Y sin embargo, todo lo emprendido
absolutamente todo 
ha sido vuelo.



María Tabares (Bogotá, Colombia).

Poeta y narradora egresada de la Escuela de Escritores de México, SOGEM. Ha formado parte de talleres de poesía, narrativa, dramaturgia y guión en España y México, y ha sido publicada en revistas y antologías en Colombia, Ecuador, México y Francia. Actualmente vive en Bogotá.

Reconocimientos:
-Libro de poemas Y cae y suena y nos invade. Segundo lugar. Museo Rayo y Ediciones Embalaje, Colombia, 2010.
-Libro de poemas, La luz, poemas de sombra. Premio Nacional de Poesía. Museo Rayo y Ediciones Embalaje, Colombia, 2011.
-Cuento Cinco minutos. Tercer lugar. Concurso Nacional de Cuento, Fundación La Cueva, Barranquilla, Colombia, 2012.
-Libro de poemas Los Sombra. Mención de Honor. Premio Nacional de Poesía Ciudad de Bogotá, Colombia, 2013.

Otras libros publicados:
-Las Poetas del Megáfono, México, 2008.
-La tortuga feliz (libro de artista), La Diéresis Editorial Artesanal, México, 2012.
-Álulas,  El Ángel Editor, Ecuador, 2014.




miércoles, 23 de agosto de 2017

Caligramas, desde hace muchos caligramas atrás


Guillaume Apollinaire es quizá el reconocido autor de los caligramas mejor conocidos del siglo XX, pero los menos conocidos se remontan hace siglos, como lo muestra esta bella entrada de Pijamasurf:

http://pijamasurf.com/2017/08/aratea_dibujando_constelaciones_con_palabras_en_el_siglo_9/

Rommel Martínez - Honduras

Foto: Fabricio Estrada



Inminencia


Ver
Ver es sentir
los motores en la calle
cantan poesía absurda;
tengo un recuerdo futurístico
alguien entra,
transfiero mis moléculas
ante una película japonesa
la poesía
se adueña de todo
y todo
es este cuarto
con sillas de barbería y maquinas
alguien entra
veo un arma como una fosa nasal,
me encuentra y algo se detona en el aire
ver
ver es sentir
creo que son los motores del artilugio
las pulsiones del corazón
creo que es el amor reventando
sangrando en mi cuerpo
hay balas
que son lo mismo que las caricias a destiempo
no sé porqué vinieron
ni de donde,
ver
ver es sentir,
alguien entra
me confronta
una detonación
creo que es el amor
me veo.



Morir.


Transeúnte




El viento es un río alrededor de las piedras; la transacción de los elementarios químicos consiste en esquivar los edificios, puestos comerciales itinerantes y minas de desechos corporales de los perros. Ésta   es la marcha de los martillos; parvadas de gente, danzando de un lado a otro entre la liquida imagen del viento, tras el sitio donde su destino se asienta. Bailan todxs en las corrientes del aire, entre los edificios cuevas rocas, mientras se evita la indecencia de morir, contra el tiempo de emigrar al sur.




Media culture process

No nos bombardearán por la noche
Cuando después de la cena
Los niños duerman
Y conversemos en la intimidad con el amor de la vida


No nos bombardearán por la noche, no
Ni tras la sombra


Evitando la belleza,
Será para sufrir la rabieta del día
En el trabajo
En la plaza pública
En algún lugar frente a las pantallas del corto circuito
Cuando no tengamos tiempo del beso íntimo
del amor de la vida
y nuestro último deseo sea
el cuidado de los niños y las niñas. 



 Ahora sé el valor de la palabra. La fuerza. El peso que tienen las pequeñas cosas, los detalles después, antes, durante el misterio. Ahora sé, la nube, ahora. Sin embargo las luciérnagas y sus enjambres aún recienten la volátil forma de la desesperanza. Y el ambiente es mórbido, como las ardorosas páginas de los diarios o las pandémicas pantallas tras el suicidio de una estrella; ahora sé, la reacción química del espíritu, ahora.



No hay más prisa para quien es un asesino a tiempo
No hay prisa
Digo que las formas más románticas se desarrollan
Antes de la luz,
Que toca la monstruosidad
Toda la monstruosidad.


No hay más prisa que infligir la ley moral
En este instante.

Tener que existir a sueldo
Es más hijueputa que morir desnudo,
Es lo que digo.


No hay prisa
No hay más prisa
No hay más prisa ya para quien prefiere ser un asesino a tiempo
Todo es despacio
Todo es espacio
Todo espacio
Todo es
Todo
Despacio
Despacio
No hay prisa
Digo, hay que hacer morir las ansias
Y resguardar la ternura
Toda nuestra ternura.



El fuego, la rueda y mucho antes la poesía


De una rama nació un libro, y de ese libro; viento. El  viento a su vez, era la exhalación de alguien que empezaba a delimitar el cenit de su nadir, y dijo para sí: “el mar parece una naranja, y estas conchas en la playa, su piel.”  Desde el patio trasero de las montañas nacen los relámpagos, como cascadas numéricas desde las pantallas universales, anunciando la muerte inimaginable de las cosas. De una rama, nació el agua, y al ir cayendo a tierra nació un niño. El niño con el tiempo llegó a ser un hombre; y lo único a su favor era la locura deliciosa de la irrupción. De una rama nació una iguana, la mascota de un niño en la isla desierta que suele ser un libro. Se encendieron diodos fotovoltaicos y de las rocas creció un arrullo que viajaba entre sus tímpanos y los ríos ocultos en el océano, que es la vida. De su habitad, entramó un lenguaje; lo binario de su digitalización emancipó su afán de ver las cosas únicamente, para sentir el deseo de explicarlas; y pensó: “en esto de la poesía no hay nada escrito.” Porque ya sabía que la poesía era una iguana, y que nació mucho antes que el sueño.  


Viaje en tu tiempo
Como un niño aprendiendo a tocar el universo





Niño tiempo
Grito punzante de agua
Que también fluye
Que también pulsa;
Niño tiempo
Rompecabezas armado del cuerpo
Eco enjambre
Interestelar
Orquídeo.



Niño tiempo
Poesía quantum
Pulsar del sueño, niño tiempo
Efecto Kubrick:
La odisea
Nuestro espacio,
El cuerpo maduro como una fruta
Los triángulos ardientes
La mujer exacta.



                        Armstrong pisa la fotografía de un sueño
                                                           Sin darse cuenta;
                        Preocupado por su frase mejor retocada, hasta el lamento:
                                   


“ un pequeño paso para el hombre…

                                                           Aplauso foto gritería sorpresa
                                                           Michael Jackson camina hacia atrás sobre la luna,
                                                                                               La humanidad se enorgullece.





Niño tiempo
Cámbrico
Oloroso río
Lavando los pies desnudos
Niño tiempo
Kubrick
La ocarina del beso
Alguien tiene miedo como un orgasmo;
La mujer exacta
Niño tiempo
Kubrick
La estrella A712 estallando en formas parecidas a las caricias:
El viaje del espíritu
El pubis
El verbo latente
La piel
Engrifados los vellos
Los besos
El ombligo la palabra
Agujero negro
Quásar de la sensualidad, arrastrando a sí
El deseo;
La constelación Hipopotomonstroesquipedaliofobia triturada
(que es lo mismo, que el mapa de la hiperestesia
Alejando la palabra extensa del acto poético;
Acercando los labios
A la piel)
Como dejando
Al  amor
Consumir.



Al revés de 99.9 AM
Estación del tiempo y el Jinete del caballo rojo


Ataque de napalm, ataques sirios o afganos, las ak-47 en las manos de mujeres liberando sus temores. La yihad y los norcoreanos, las remanencias de la CIA por todo el globo y el MI6. Ataque de napalm. El vacío de la prestidigitación molecular. Putas pasando de los 55 años y trasvestis de pelo en pecho, nigromantes, y entonces el alarido de la fe asesinada desde el Vaticano, a voz en cuello. Protestantes oraciones y ataques con napalm. El peligro de la salvación ante un mesías revolucinario. Las Farc, manos, dedos, números, 13´s, 18´s y AK´s -47 en los barrios nuestros de cada día, el Kremlin se parece a un helado de cianuro. Hordas kurdas y narco corridos. Libertarios postulados contra los enemigos de los enemigos de los enemigos. AK-47´s en las manos de las niñas y los niños. Zetas matazetas, <> dice el poeta chileno, y yo le creo. Entonces la  apología de la relatividad en los amarillos misterios del amor. Sacrificios  a Baál, Móloc, Ares y Hades panfletario con una carcajada desde su habitación. Y esa cancioncilla y esa cancioncilla: I want you…  I want you so bad.



Nuestro amor superó los límites del genocidio
Mi burbuja es tan de discordia como los gametos y las esporas
Me rompes toda la boca cuando dices: shut up punk
 /and smell my fire inside 
La verdad es que carezco de piedras lizas y ríos en su plenitud, para lanzar a gusto el espíritu mal sano
No puedo extrañar por la insólita razón del tanto sentir compasión
Nuestro amor llegó silencioso bravío roto ingenuo carroñero Carmesí
Este amor es tan grande que me voy a derretir entre caracolas espuma
/medusas sal y arena negra
Sueno como una respiración, y tiemblo ahogado en una playa de osamentas. 






Rommel Martínez. 1989. Comayagüela – Honduras.
Técnico Industrial en Electrónica / Barbero / Gestor Cultural
En el 2010 fue miembro del taller “Poema” impartido por el poeta Fabricio Estrada. Fue parte del proyecto "el serpentario Electro shock"  a base de poesía, performance y música experimental. En 2015  integró el “taller de creación poética” impartido por la poeta Mayra Oyuela.
Miembro fundador [no activo] del extinto colectivo y taller poético LetraEle. Su opinión ha sido publicada en el periódico digital <> . Publicado por la asociación cultural 13 lunas, en la colección de cuadernillos de noveles escritores de poesía y cuento, con motivo de la primera feria del libro Hondureño “13 Lunas” [Diciembre 2016]. Actualmente es  miembro fundador del joven grupo sobre estudio, y taller poético: "Mientras matamos moscas". Invitado al festival de poesía ¨Amada Libertad¨ en El Salvador [Julio de 2017].  Es 'Blogger': <>  es su blog personal.