martes, 3 de septiembre de 2013

Tarde por el Picnic

Dolmo ha entrado al Picnic. Son las 5 de la tarde y la fila del colectivo ya danza en su íntimo dragón chino, mordisquea las puertas destartaladas de los Toyota Corolla 87 y suelta vapor impaciente. Dolmo Flores ha entrado al Picnic por un octavo o por un par de amigos que han marcado el himno de la selección nacional de fútbol en la rocola más gloriosa del centro de tegus. Y lo he visto de reojo y ahí está el gran Dolmo del Santos Laguna de México, el alfil más filudo que tuvimos durante mucho tiempo para aguarle la fiesta a cualquiera en Centroamérica y alrededores, el siempre divertido y veloz Dolmo.

Se le acerca un compa ya metidito en pachas y sin más le dice: "Oíme Dolmo, fijate que se me cumplió verte, vos eras mi astro, yo te vi jugar, oíme, vos que jugaste en México hip!, vos que metiste todos los goles del Santos ¿cómo es que se respira en el Azteca? Decimelo hombre, porque a mí ya se me cumplió el verte y preguntártelo, oíme ¿verdad que a esas alturas ya no se puede respirar? ¿pero cómo es que echabas tantos goles, Dolmo? hip!

Con su estampa de ex-estrella del fútbol catracho y no importando que estuviera en el Picnic con todos los que estábamos en la fila pendientes de su respuesta, Dolmo responde: "Todo normal, todo normal, así era, normal".

Una motorizada de policías de tránsito se atraviesa en la calle y para el tráfico en la intersección. "Algún pícaro va pidiendo pasada", se murmura entre dientes. Los policías saben que la fila los mira asqueados, sin admiración alguna y se inflan más -tumefactos colosillos de Rodas-, sueltan todo el aire para sus silbatos y mueven imperiosos las manos. Nada pasa, el carro importante no pasa y los demás carros comienzan a pitar con insistencia. Dolmo sigue compartiendo sus experiencias a los parroquianos. El viernes jugamos contra México y quienes lo rodean quieren saberlo todo: cómo se siente la grama del Azteca, como codean los mexicanos, cómo zumban los oídos en el panal, a qué saben los tacos luego de una corrida de 90 minutos reglamentarios, cómo se pasa el gusano del mezcal una vez se han incrustado 5 goles en contra, quién guía a los jugadores por la Plaza Garibaldi, cómo es, cómo es, cómo es Dolmo... "Todo normal, todo normal, así era... normal".

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