lunes, 25 de octubre de 2010

Marianne



La República francesa adquirió variedad de símbolos. Pero uno en particular me llamó la atención: la Mariana francesa. Se trata de una mujer que aparece en innumerables cuadros y expresiones a partir de la Revolucion. Según Wikipedia:

Marianne es la figura alegórica, personificación y uno de los símbolos nacionales de la República Francesa.
Bajo la apariencia de una mujer tocada con un gorro frigio, Marianne encarna la República Francesa y representa la permanencia de los valores de la república y de los ciudadanos franceses: «Libertad, Igualdad, Fraternidad». Marianne es la representación simbólica de la madre patria fogosa, guerrera, pacífica, alimentadora y protectora.

Marianne encarna la República francesa. Marianne representa la permanencia de los valores que fundan la adhesión de los ciudadanos a la República: "Libertad, Igualdad y Fraternidad". Unas veces empleado por los adversarios del régimen republicano y otras por sus defensores, el nombre de Marianne (Marie-Anne), popular, es el símbolo de una República construida mediante la progresiva adhesión a la divisa de todos los ciudadanos. Marianne se convirtió paulatinamente en la representación de la madre patria más fácil de compartir, unas veces fogosa y guerrera y otras pacífica y sustentadora.

Orígenes remotos

El origen de la imagen de La Marianne data de la Antigüedad. El gorro frigio era utilizado por los libertos del Imperio Romano, esclavos a los cuales su amo devolvió la libertad y cuyos descendientes se consideraron por este motivo como ciudadanos del Imperio. La Democracia ya se representaba bajo rasgos femeninos; a sus pies un timón y un saco de trigo volcado a la mitad; poco interesada por el poder, su preocupación principal reside en efecto en las aspiraciones del pueblo.

A partir de 1789, las esculturas y los cuadros representarán personajes femeninos que llevan con ellos los valores de la Revolución francesa y en cuyo primer lugar está situada la Libertad. La Libertad aparece bajo los rasgos de una joven, que lleva un vestido corto y que sostiene en su mano derecha una pica adornada con el gorro frigio. Es una guerrera que simboliza la idea de que la libertad se adquiere por las armas. En ocasiones, esta imagen de la Libertad aparece más sensata, más grave, vestida con una túnica larga y una postura más serena. En este caso pierde muchos de sus atributos en

tre los cuales el gorro frigio, usado por los revolucionarios.
La Igualdad también adopta la forma de una joven seguida por unos niños que llevan los símbolos de las tres órdenes del Antiguo Régimen: los aperos de labranza del Tercer estado, la Biblia del Clero y la corona de la Nobleza, síntesis de la antigua y la nueva Francia. Originalmente, la Igualdad sostiene en sus manos una balanza en equilibrio, la del Último Juicio, pero los artistas revolucionarios prefirieron substituirla por el nivel que es un símbolo de igualdad más que de equidad.

La Fraternidad sostiene un bastón rematado por el gallo galo y detrás de ella, dos niños llevan enganchados juntos un león y un borrego.En 1792, la joven República elige encarnarse bajo los rasgos de Marianne, la madre patria.
Marianne se encuentra a menudo armada y con casco, como la Atenea griega. La República es guerrera y protectora, combate para defender sus valores, entre los cuales la Libertad ocupa el primer lugar, como en Valmy donde, frente la reacc

ión monárquica, afirma su vocación universal. Un decreto de 1792 establece que el sello del Estado será modificado y como tipo llevará a Francia bajo los rasgos de una mujer vestida a la antigua, de pie, manteniendo con la mano derecha una pica rematada con el gorro frigio, o gorro de la Libertad, y con la izquierda apoyada en un pabellón de armas; a sus pies un timón".
Marianne recuperó atributos antiguos, especialmente el leó

n y el trono, pero entre sus manos mantiene, además de la espada o el pabellón de armas, la bandera tricolor francesa. A sus pies, se encuentra la ley y la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano presentada al mundo.
En la misma época, sus enemigos caricaturizan la República dándole el nombre popular de Marie-Anne ya que, en su opinión, si la República quiere ocuparse del pueblo debe llevar su nombre.
El debilitamiento de Marianne : Imperio y Resta

uración.
Después de 1799, el fin de la República y la instauración del régimen del Imperio conllevan un debilitamiento de la representatividad de Marianne, pese a la vivacidad persistente del tema de la Libertad. Múltiples artistas la perpetúan, entre los cuales cabe hacer especial mención de Eugène Delacroix en La liberté guidant le peuple aux barricades (La Libertad guiando al pueblo en las barricadas) de 1830.
El nombre de Marianne vuelve a aparecer por un tiempo con la Segunda República pero a menudo adopta un sentido peyorativo. Los partidarios de la República social, "los rojos", recuperan el nombre. Simultáneamente, en

1848 se organiza un concurso a fin de definir la representación de la nueva República en la cual habrían de reaparecer los valores revolucionarios.
Al proclamar el régimen del Imperio en 1852, Napoleón III ordenó la substitución de la imagen de Marianne en las monedas y en los sellos de correos por su propia efigie. Paralelamente, se constituyen grupos de oposición republicanos y adoptan La Marianne como símbolo de adhesión.
Una vez reinstalada la República, la Comuna de París desarrolló el culto de la combatiente revolucionaria con el busto desnudo que lleva el gorro frigio rojo de los sans-culotte (revolucionarios franceses de 1792). Mas en París nunca se le llamó Marianne y el nombre sólo se utilizó en las provincias. En cada ciudad, estatuas y campanas llevan ese nombre y evocan los grandes momentos revolucionarios: 1789, 1830

y 1848.
En 1871, después de la Comuna, los fundadores de la III República desean restaurar el simbolismo republicano sin que ello implique alentar movimientos revolucionarios. Por consiguiente, en lugar del gorro frigio prefieren la corona de espigas de trigo, inspirada en la corona de sol que adornaba las monedas de 1848. Pero el modelo se aplicó de manera imperfecta y en toda Francia se contraponen estatuas con espigas y estatuas con gorro frigio. En lo referente al nombre que había de dársele, todo dependía de la clase social: el republicano del pueblo la llama "Marianne", el republicano burgués hablará de "la República" y el antirrepublicano, cuando no la injuria con un "la mendiga", utiliza un "

Marie-Anne" despectivo.
Paulatinamente, en los ayuntamientos y las escuelas se multiplican los bustos. En 1880, la alcaldía de París hace un pedido de un modelo con el gorro frigio. El modelo se consolida progresivamente: se trata de un busto de mujer con un rostro tranquilo y juvenil que lleva a la vez la corona de espigas y, más frecuentemente, el gorro frigio. La República se instala.
Marianne instalada, bustos en todos los ayu

ntamientos.
En el siglo veinte, todos los ayuntamientos se dotan progresivamente de un busto de Marianne que a partir de ese momento llevará sistemáticamente el gorro frigio y estará libre de sus otros atributos (pabellón de armas, nivel o balanza)

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Marianne se representa de una manera sumamente depurada. Las últimas representaciones en boga en los ayuntamientos actuales, son aquellas que adoptan los rasgos de Brigitte Bardot, de Catherine Deneuve y de Laetitia Casta. Al margen de las representaciones oficiales, proliferan representaciones libres, los caricaturistas se adueñan de Marianne como la imagen símbolo de la Nación.
Hoy, la asimilación de la República francesa a "La Marianne" es un hecho. Marianne ha sobrevivido a cinco Repúblicas y a las vicisitudes de la historia, fortaleciendo su poder simbólico a medida que se reafirmaba la idea de la nación francesa

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Fuente: http://www.archives.premier-ministre.gouv.fr

Nuestra Marianne: Anunciación Hernández, 87 años y en Resistencia. Tocoa, Colón.

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