lunes, 31 de mayo de 2010

Tishá Be-Av, ¡ay, Israel!

¡Vaya estupidez la que ha cometido Israel asaltando y matando a los activistas de la Flotilla de la Libertad!

Ni con todas las explicaciones que se den podrán aligerar su pasmoso acto a solo un par de semanas de la carta pública que un fuerte grupo de intelectuales judíos europeos dirigiera al Estado de Israel, reclamando el retiro de su política sionista, y por ende, de la colonización de territorios palestinos.

A mi parecer, la lógica del gobierno israelí se ha ido haciendo más maquinal a medida que Irán y Siria estrechan lazos y reconquistan espacios ascendentes en los gobiernos de la región... sin embargo nada justifica el asesinato de más de una docenas de activistas pacíficos. La memoria que sustenta moral y espiritualmente al pueblo judío ha sido -con esta atrocidad- disminuida aún más. Los gobernantes del Estado-Mesías ya no les importa esto, o mejor dicho, nunca les ha importado, y eso lo señalaron los intelectuales de la carta que menciono anteriormente:


A continuación, la noticia completa:


Israel ataca una flota humanitaria y mata al menos a 9 personas


Un nuevo Tishá Be-Av (el día más triste del calendario judío) ha dado inicio, porque el verdadero templo que el Estado de Israel ha debido proteger por siempre, es el templo de la integridad, y así, es imposible.


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