viernes, 5 de marzo de 2010

Entrevista a Jorge Lagos Nilsson - Mario Casasús, El Clarín, Chile

Jorge Lagos Nilsson: “El área devastada por el terremoto concentra casi el 80% de la población”

En entrevista telefónica desde Santiago de Chile, Jorge Lagos Nilsson (1941) habla de las ruinas y escombros a la vista desde el sábado 27 de febrero: “Lo terrible es que la ciudadanía casi no es tomada en cuenta, se convierte en un dato más; un dato que se mueve y queja, pero un dato, es decir: algo pasivo, que se debe manipular, que debe obedecer. El terremoto de 8.8 -Richter- es el último escalón antes de la devastación total. El país, físicamente, resiste como puede. Lo que se desnudó fue otra cosa: la agonía de una organización social fracasada y antihumana”

Lagos Nilsson, codirector del portal SurySur, ejerció el periodismo de investigación y la docencia en México, Venezuela, Argentina y Chile. Ha publicado tres libros de poesía, varios volúmenes de periodismo en Argentina y este año aparecerá su primera novela: Ritual de la Presa y un cuarto libro de poesía. El escritor y periodista chileno –en exclusiva con Clarín.cl- recurre a la certera metáfora: “Pienso que se destruyó a lo largo del espantoso terremoto-dictadura y la réplica-Concertación el instinto solidario de la sociedad. Hoy todos son empresarios o, como un sarcasmo, microempresarios. Se compite, no se emula, se aplasta, no se levanta al caído. No se atrevieron a usar la imagen del lobo, quizá recordaron a Francisco de Asís; pero usaron la del jaguar”


MC.- Jorge he leído tres crónicas de tu autoría: El día después; La noche del día después y Primer día hábil: el terremoto escondido. ¿Qué conclusiones escribirías a una semana de la catástrofe?

JL.- No es uno, apenas un periodista del montón, un eterno aprendiz de escritor, el más indicado para concluir nada: no deben ser jueces los ciudadanos. Pero en tal calidad, la de ciudadanos, sí tenemos el deber de opinar, de manifestarnos. Pero, ¿qué quieres que te diga? El gobierno hizo lo que pudo, y hace lo que puede, que no es poco. Lo terrible es que la ciudadanía casi no es tomada en cuenta, se convierte en un dato más; un dato que se mueve y queja, pero un dato, es decir: algo pasivo, que se debe manipular, que debe obedecer.

El terremoto de 8.8 -Richter- es el último escalón antes de la devastación total. El país, físicamente, resiste como puede. Lo que se desnudó fue otra cosa: la agonía de una organización social fracasada y antihumana.


MC.- El gobierno de Bachelet no emitió la alerta de tsunami lo que ocasionó un mayor número de víctimas, ahora la principal preocupación de La Moneda es impedir los saqueos, desperdiciando valioso tiempo reuniéndose con los dueños de los supermercados y con Hillary Clinton, ¿quién organiza la agenda de la Concertación ante el terremoto de 8.8 en escala de Richter?

JL.- ¡Mario, no seamos ingenuos!, la señora Clinton vino a hacer presente que el mando se ha traspasado y, como en Honduras –pero de otra laya- Washington asume en Chile. Dicho lo anterior sin menoscabar la eventual solidaridad de su gobierno. Como en Colombia o en México -el querido México al que tantos debemos tanto- y otros países americanos o no, el próximo presidente, Piñera será un mero virrey o simple gobernador.

Antes simplemente llamábamos “maremoto” en Chile al tsunami, aunque son dos fenómenos diferentes. Y no se avisó, se perdieron preciosos minutos, o segundos, y los muertos y desaparecidos esperan todavía se los cuente. Todos los poblados de la costa chilena en el área del cataclismo o quedaron destruidos o "generosamente" dañados. Todos.

"Hay una curiosa teoría: no habrá tsunamis en Chile dada las características de la plataforma continental y la orografía del fondo marino: la ola no llegará inmensa a la costa. La realidad parece haber enseñado otra cosa.
Mientras te respondo acaba de haber un fuerte temblor en el área devastada -más de seis grados-, cunde el pánico, la armada y el Ministerio del Interior dicen que no hay peligro de tsunami. Por último, que el gobierno proteja al comercio no debe sorprender, reitero: Chile vive 'la agonía de una organización social fracasada y antihumana'. Y sabemos que agonía significa lucha.


MC.- ¿Hubo soberbia por parte de Bachelet al negarse a recibir ayuda internacional durante las cruciales 72 horas después del terremoto?

JL.- No creo. En rigor Bachelet nunca se negó a recibir ayuda internacional; pidió tiempo para tener claro qué clase de ayuda necesita el país. Otra cosa es cómo la dirigencia política y los medios periodísticos reaccionan ante las ofertas de ayuda; uno de los primeros en ofrecerla fue el Presidente Hugo Chávez, y le respondió el silencio. No es sorprendente, la democracia-cristiana chilena es una entusiasta enemiga del gobierno bolivariano, lo demostró cuando respaldó el golpe de Estado en Venezuela (2002).


MC.- ¿Cuál es la propuesta para solventar la crisis por parte de Piñera?, ¿mayor número de Fuerzas Armadas en las calles?, ¿toque de queda indefinido?, ¿criminalizar la tragedia?

JL.- No seas tan duro con el futuro virrey con voluntad de serlo (risas). Piñera, y no engaña a nadie, ofrece mayor "seguridad" y lucha contra la "delincuencia". Por ahora los delincuentes son los muy pobres y los mapuches; pronto seremos muchos más. Chile va camino a la fascistización de sus estructuras sociales.


MC.- El terremoto de 1985, en México DF, provocó una réplica social ante la negligencia del régimen priísta, después del hartazgo y fraude electoral de 1988, fue evidente el renacimiento de la sociedad civil organizada; ¿qué vaticinio harías para Chile?, ¿veremos a una sociedad que se organiza al margen del caduco sistema político chileno?

JL.- Desde la primera hora tras el golpe de Estado de 1973 se puso en marcha una campaña, una metodología, mejor dicho, para desarmar el tejido social. La dictadura militar-cívica lo dañó muy profundamente. Y la Concertación en 20 años no ha hecho más que seguir desgarrándolo. Hoy, es un dato de la realidad, las corrientes de opinión ciudadana –políticas, culturales, artísticas y deportivas- no existen. La disidencia se criminaliza, "son malos chilenos" berreaba Ricardo Lagos Escobar y se oprimen.

El sistema, es decir, no quiere ciudadanos, quiere consumidores; no quiere seres libres, quiere deudores; no quiere una sociedad pensante, quiere borregos. Permíteme una opinión: pienso que se destruyó a lo largo del espantoso terremoto-dictadura y la réplica-Concertación el instinto solidario de la sociedad. Hoy todos son empresarios o, como un sarcasmo, microempresarios. Se compite, no se emula, se aplasta, no se levanta al caído. No se atrevieron a usar la imagen del lobo, quizá recordaron a Francisco de Asís; pero usaron la del jaguar. Ambos animales inocentes, que conste.


MC.- Escuché en Radio Fórmula (México) a un periodista de La Segunda, decir: “los saqueos se produjeron de inmediato porque al salir de vacaciones los chilenos no tenían provisiones en las despensas”; a pesar de todo ¿la línea editorial es mostrar que Chile es el modelo a seguir y que la bonanza económica explica los saqueos?

JL.- Si fuésemos malvados te diría que es el inicio de la campaña de facistización, la herencia de Jaime Guzmán, el UDI, el ideólogo de la dictadura, ajusticiado. Lo cierto es que La Segunda pertenece a la cadena de El Mercurio y ser malvado no constituiría después de todo un error serio. Probablemente se trata de la opinión del lumpenperiodismo que impera.


MC.- En los mall’s de las zonas residenciales se ven carritos repletos de mercancía, el acaparamiento y la especulación per se. Tú dices: “La sociedad chilena se ha quebrado –o ha quedado en evidencia que estaba quebrada– ninguna Teletón reparará el mal causado desde 1973”; ¿por qué te remontas al golpe de Estado?, ¿desde cuándo no veías acaparamiento de víveres en la oligarquía?

JL.- Mario: la oligarquía no acapara, no necesita hacerlo: tiene. Son las capas medias las que acaparan. El acaparamiento es una forma de actuar fascista, la otra es la violencia que parece indiscriminada. Ambas conductas expresan miedo. Y en Chile la Concertación ha impreso en la conciencia social que todos son clase media, sea ese disparate lo que fuere. Me remonto al golpe de Estado porque el golpe fue el quiebre, la fractura que pretenden curar con martillo, no con un entablillado.

"Lo triste que Piñera representa un martillo más grande. Aunque tal vez las urgencias de la reconstrucción disimulen los primeros nuevos golpes. Hay que tener presente que el área devastada concentra casi el 80% de la población, buena parte de la producción agrícola y ganadera, las mejores viñas y mucha de la mediana y pequeña empresa industrial; bueno, lo que dejó el tornado TLC).


MC.- Finalmente, sacaste de circulación el portal de Internet Piel de Leopardo.com para juntar esfuerzos y talentos con el fundador de teleSUR; ¿cómo ha ido evolucionando el nuevo proyecto SURySUR?, ¿qué retos enfrentan en SURySUR ante la cobertura del terremoto?

JL.- Piel de Leopardo fue una revista de cultura disidente fundada por estudiantes universitarios a comienzos de los años noventa; su director, el escritor Jesús Sepúlveda, me la legó cuando obtuvo una beca para doctorarse en el extranjero para que no muriera el proyecto. Yo vivía entonces en Buenos Aires; publicamos un número en papel y otro quedó en la imprenta. Con Internet surgió la posibilidad de continuarla, lo que fue posible gracias a la solidaridad de un chileno en el extranjero, que nos facilitó los servidores de su empresa en Europa.

Piel de Leopardo era o quiso ser una revista que miraba la política desde la cultura, por eso fundamos las Ediciones del Leopardo. Logramos imprimir casi una docena de libros en Argentina de escritores de diversos países latinoamericanos. Nos pilló la crisis económica. En 2003 regresé del largo exilio para integrarme a un periódico digital. No resultó y seguimos con Piel de Leopardo hasta 2008.

Por entonces aparece Aram Aharonian y su idea de un portal latinoamericano. Aram es como un duende que sabe seducir a costa de talento y entusiasmo. Pronto SurySur cumplirá dos años. Es un proyecto colectivo –de hecho con Aharonian lo que hacemos es editarlo– que en su primer año tuvo un millón de lectores distintos, ganados a pulso. Ahora queremos mejorarlo, y lo haremos. Mejorarlo, no institucionalizarlo. Hay un proyecto que se diseña para eso: más audiovisual, ojalá radio, más textos. Manteniendo la plena libertad de los lectores para opinar, juzgar, reclamar, informar, intercambiar ideas.

Respecto de la cobertura del terremoto puedo decirte algo: más allá de la tragedia, el asunto recién comienza. Trataremos de estar ahí. Vienen años muy duros –y no sólo para Chile y no sólo por calamidades naturales. Portal latinoamericano al fin, ahí estaremos.

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