jueves, 19 de marzo de 2009

Silvia Elena Regalado, El Salvador

Por esa medianoche del 15 de marzo, por ese domingo infinito... Silvia me ha enviado este poema.


Dicen que regresaron.
Todos habían vuelto.
Se fueron confundiendo entre los otros rostros
La misma alegría de gritar y abrazarse
Nadie notó la diferencia
Todo era natural
Volvieron con sus nombres
Sus cuerpos estremecidos
Heridos de su amor
Desbordados de sueños
Brotaron de la risa
De las lágrimas
Todos los vimos
Todos sentimos
Ese profundo peso de su paso
Pudimos tomar sus manos nueva y eternamente
Sentirnos y sentirlos tan vivos como nunca
Reían como niñas y niños
Otra vez esa luz
Ese sueño en la sangre
Esa otra libertad de la Esperanza
de ser vida en la muerte.

No hay comentarios: