jueves, 4 de diciembre de 2008

Porque no espero nunca más volver, José Luis Quesada


José Luis Quesada nació en Olanchito, Honduras, en 1948 y desde que publicó Porque no espero nunca más volver, en 1974, se convirtió en un poeta esencial para entender y redimensionar la poesía hondureña.


Por estas calles, donde fue atropellada la felicidad,he olvidado el número de mi puerta.

En los escaparates me miro, sin preguntas,
como un niño que viene de la Muerte.

Fieramente dibujo
unos rasgos tiernísimos que no se reconcilian.

Camino hacia los bares
donde se reúnen mis amigos los enterradores:
enfrente está el discreto rótulo fosforescente,
lentamente atravieso los ramajes del vino.
En lo más puro de la niebla está
la diosa que se acerca torpemente y me estrecha
contra su sexo, pero se hace tarde.
Me duele demasiado esta mitad,
la otra está en el fondo del océano.


No puedes olvidar ese ojo enormede buey asesinado que cuelga entre retratos.

Doblas el tiempo bajo el brazo; cruzas
(perfectamente abotonado el traje).

Entras de contravía: la licencia, la multa,
señores, no es posible, yo vengo de regreso,
¿por qué van hacia atrás?¿Qué está pasando?
Perdónenme: no puedo
con el amor así como tortuga
¡Cuánto animal bebiendo en las alcantarillas!

Todo en orden, al fin, pero anochece
y ese rostro visto de prisa podría ser la eternidad.


A esta hora la ciudad pesa ciudades.
Las persianas se atoran sin hacer ruido.

Los elevadores suben o bajan lentamente,
más lentamente que de costumbre,
más lentamente,
en una forma dulce.

Los mendigos se duermen de pie
junto a los escaparates recostados
en el aire enjaulado en las trastiendas.

Y la vida es un sitio donde jamás estuve.

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